miércoles, octubre 07, 2009

Mi Tierra

Este sol de junio parece el infierno de los pobres,
Y añádele tú que solo coseché medio costal de mazorcas
No quiero ni saber de la letanía de leperadas que don Carlitos me dirá…

Tengo las manos cortadas de tanto arar la tierra,
Cayos sobre cayos,
Mugre sobre mugre,
Y cada vez estoy más prieto.

Veo surcos y surcos de trabajo, tierra seca apelmazada por el calor,
Las milpas que luchan por su vida y un viento que brilla por su ausencia,
Y yo con mi sombrero viejo y roto me pregunto que pasó con el temporal de lluvias.

Las vacas están como siempre;
Echadas, rumiando, disfrutando de la comodidad de su rutina,
Bajo la vista al pueblo, escucho los cuetes y veo la polvadera, es tiempo de fiestas,
Por ahí de las 12 comienzan las peregrinaciones, pero no hay tiempo para eso.

Ya viene siendo hora de comer,
Frijolitos de la olla, con carne seca y un chilito de molcajete, ¡ah! y no se te olviden las tortillas de mano que la abuela siempre tortea...

Tiznadita queda la comida, y el sartén y yo,
Pero esa comida sabe a gloria…

A esa gloria que no hay en una persona, ni en un gran sueldo,
Ni en mi ropa, ni en un buen trabajo,
Sabe a la gloria de estar vivo;
A la gloria de comer y que eso sea lo único importante,
A la gloria de respirar este aire, tocar esta tierra
Y a la gloria de que me da el tener fé cuando siento ya que todo acabó.

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