lunes, enero 19, 2009

Abierto los domingos

He estado caminando por mi casa, es domingo al medio día, me siento un momento a fumar un cigarro.


No hay mucho que hacer, veo una pareja besándose, un niño jugando con su perro, un indigente comiendo algo asqueroso que recién sacó de la basura, un viejecillo sentado solo y detrás de las bancas unos chavitos jugando futbol.


¡Qué flojera no pasa nada! La tierra lastimándome los ojos que los aficionados del soccer levantan…


Para mí la vida es muy interesante; es un reto cuando trabajo, es divertida cuando salgo de fiesta, es triste cuando muere un familiar…pero días como hoy son intransigentes, no encajan con el fuego que tengo en las venas, no siempre hay cosas interesantes que hacer o vivir, aquí estoy sentado sin alguien que me espere, sin actividades pendientes y sin pretensiones de buscar algo interesante que hacer, esperemos que algo suceda.


01:00 PM


No es posible que siga así, no pienso mover un dedo y de verdad espero que algo pase recuerdo tu pasión por la vida y me concentro un poco.
De repente todo es muy diferente, miro a mí alrededor y ya no es lo mismo, ahora veo una pareja enamorada, percibo que no les hace falta nada, están encerrados en su mundo, se entregan con un beso y sonríen, las caricias tratan de describir mil emociones a la vez.


Hay un niño que juega con su perro, o un perro jugando con el niño, brinca sobre él, lo lame finge demencia y se hace el muerto, el niño casi se muere de un ataque de risa…


Presto un poco más de atención al ingente, veo como muerde con desesperación y con la boca abierta los huesos de pollo que sacó de la basura, olvida por un momento su situación de calle.

Ese viejecillo que vi anteriormente es otro totalmente, lo veo sacar algo de la bolsa izquierda de su pantalón tinto, es alimento para aves, avienta un poco y el resto se lo lleva a la boca; lo veo disfruta al verse rodeado de pichones.


Los chavitos que levantaban tierra jugando, ahora me han sacado una sonrisa, han metido un gol y celebran como locos el codiciado premio de unos refrescos y unas papas.

Es tarde y tengo que regresar a casa, voy feliz y con una gran sonrisa, por que abrí los ojos y me di cuenta que lo especial de cada momento lo hacemos cada uno de nosotros.

No hay comentarios: